inclinación

a esta altura de la soiré me interesa más que mis palabras se acomoden, tomen lugar,  que alcanzar una coherencia estética.  No caer en la trampa del ideal, me digo. Algo así. En La literatura como en la vida.. Debe ser por eso que las palabras y los libros liberan. Montarse a una palabra como si esta fuera un delfín para surcar alegremente las aguas del sinsentido.

No puedo dejar de festejar entre mis suertes el suceso de tener una vecina que además de copada y vital es dueña de la mejor librería de Quilmes; EL MONJE, al que no haya pasado ( no creo que sean muchos los Quilmeños), se la recomiendo. En mi alegre caso,  Magui oficia por las noches de delivery express de mis caprichos literarios. Que pintoresca la libertad cuando conspira revelando su naturaleza inevitable. El absurdo me persigue y yo me adelanto un paso más. Como sea. siempre.

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