Estamos condenados a la literalidad y sino a la estupidez. Uno enseña sobre eso que sabe nunca vá a saber sino no se explica que yo ahora este enseñando como escribir. Justo yo que me caracterice siempre a mi misma como ahistorica, estoy por esas cosas lindas y vengativas que tiene la historia, condenada para siempre al relato y al placer ( es sexual?) de las reescrituras.  Alguien dijo que su Patria era su biblioteca y su hijo. Yo un poco adhiero.

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