sobre ser parte de lo que amenaza deshacerse de vez en cuando

Cuando la trama está cerrada, con sus puntos de tejido bien apretados, tanto que a veces asfixian , yo suelo dar de cabeza contra ella incluso por pura diversión. Es mi forma de sentirme distinta aún sabiendo de soy parte de ella. Tironeo, la estiro acá y allá, incluso puedo llegar a morderla. Es mi forma, un estilo que algunos llamarían cruel o desconsiderado pero que para mi es vital, porque como estamos aprendiendo lo "bueno" está lleno de buena cantidad de caca.
En cambio, en días como estos cuando la trama yace como una arpillera en el piso, desprolija y abierta , yo me conmuevo y la contorsiono, le doy primeros auxilios, mi interés principal es emparcharla. ¿Es un acto egoista? ¿Lo hago porque me sé parte?Algunas preguntas de tanto hacerselas uno, pierden su importancia.  Como una araña , mi vaivén es a través de ella, montada a ella, y mi voluntad más profunda es la de sanarla. Es ahí que me desconozco un poco, pero también me conozco en otra faceta: la de conservar a cualquier precio lo que nos hace "SER". Para ese fin me ayudan los libros, los niños, las amigas, la música, los olores, pero más que nada las palabras y las preguntas. Las agujas con las que penetrar para unir el paño que somos y en el que hemos sido heridos. En este último caso, soy conservadora.


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