Alicias

Cuanto más intensa , es más imposible de describir, la relación devastadora,  la llamaba Lacan. Es que justamente, si es tan devastadora se debe también a que se escapa de la materialidad de las palabras, arrasando. Eso que que creemos que controlamos nos controla, y no podemos domarla.  Así son las relaciones madre-hija.
¿Como puede ser que yo sea hija de mis padres? , se pregunta el personaje principal  de una alumna en la novela sobre una chica que quiere construir su futuro, aun sabiendo que la libertad es una palabra nada más, un gradiente quizás, algo a lo que acercarse pero en  la que como pasa cada vez que quiere hablar de las relaciones pasionales y devastadoras, se impone una distancia, prueba de que el lenguaje desaparece cuando más lo necesitamos.¿ Será que no existe?. Todas somos cuando queremos comprender el mundo, un poco como Alicia. Las maravillas de los enigmas y de los espejos, ese mundo para el que mucho no nos prepararon por que al fin y al cabo, no hay preparación posible para la vida. Ahí vivimos , las Alicias.



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